miércoles, 26 de marzo de 2014

Capítulo 9

Normalmente en los recreos siempre voy a la biblioteca y como estamos en la última semana de clases, esto está abarrotado de gente. Estoy en la sección de libros de historia (adoro la historia) buscando un libro sobre Ravensfox que me pueda ayudar, desde que estoy aquí las sombras, los sueños e incluso lo de mis manos está empezando a ser más poderoso, es como si tuviese alguna conexión. Por no olvidar que parece ser que alguien tiene secretos conmigo, Nate y Connor hablaban de mí un día, pero seguramente eso no sea nada. Después está lo que vi en clase de biología al lado de Aubery, en donde ella pareció curarse por arte de magia en un momento de un corte que sé que se lo hice. Por último están las tres cosas que me pasaron ayer: el sueño, el dibujo y los ojos luminosos de Luke y Nate. Todo parece conducir a ellos pero no parecen ser psicópatas.
Cuando voy a coger un libro del estante alto, tengo que ponerme de puntillas y ni con esas consigo agarrarlo fuerte. Lo empujo con los dedos hasta que cae a mis pies, no tengo buenos reflejos. Alguien coge e libro antes que yo y veo a David enfrente de mí sonriendo, no sé por qué cada vez parece ser un muchacho más alegre desde nuestro encontronazo mi primer día de clases.
-¿Estudiando de historia Cali?, creí que no tenías por qué hacer exámenes.
-Así es. Solo estudio un poco sobre esta ciudad, ¿quién no lo haría?-sonrío de lado echándome hacia atrás el pelo con nerviosismo. David me tiende el libro y yo lo acabo cogiendo para abrazarlo sobre mi pecho, como si fuese un escudo.
>> ¿Y tú? Si eres capaz de hacer esos acertijos para el periódico no sé qué haces en la biblioteca estudiando para un examen que tienes ahora. Creí que eras más listo.
David me mira a los ojos por una fracción de segundo antes de sonreír de manera cansada. Se apoya en la estantería y me contesta:
-No estoy aquí para estudiar sino para hacer el titular de otro artículo que me ha encomendado nuestra “jefa”.-me tiende un folio escrito en donde se puede leer en letra en negrita y en mayúsculas “FIESTA EN HONOR A ALISSON”.
-¿Es la chica muerta?-pregunto. Un escalofrío me recorre la espalda al recordar que yo poseo ahora su taquilla.
David asiente.
-Era mi amiga.-me comenta con aire sombrío-.Alisson era lo mejor que pasó por mi vida, no se merece lo que le pasó.
Trago saliva y me humedezco los labios. Me acerco más a él porque las palabras que formulo no me gusta que las oyera nadie.
-¿Cómo murió exactamente?
-Un accidente de tráfico, iba por la carretera del bosque cuando se le apareció algún animal y se chocó contra un árbol.
Esa historia me suena de antes, mis padres murieron así cuando decidimos abandonar esta ciudad… íbamos por el mismo camino. Lo único que hay de diferencia es que uno al menos salió convida: yo. Por muchos años me he estado sintiendo culpable por la muerte de mis padres, yo debería haber muerto con ellos también, no es justo que la vida me arrebatase a lo único que quería en este mundo y me quedase sola. Después comprendí que yo no tenía la culpa, que no la tuvo nadie.
-Tengo que irme a practicar en el terreno de juego, solo si quiero que el entrenador me acepte.-me dice David canteándose-.Ah, y tienes que mirar desde todos los sentidos, nunca creerías cual es la respuesta. Busca siempre lo más extraño que se te ocurra.
-¿Cómo?-pregunto.
-La respuesta de mis adivinanzas y acertijos: solo piensa en algo que no tenga sentido. Así es como funciona.
Lo veo salir de la biblioteca. Vale, puede que no sea un poco rarito y sin sentido, pero parece ser un buen chico, como todos los raritos y marginados de los institutos.
Me siento en una de las mesas que hay libres (hay muy pocas, pero algo es algo) y abro e libro delante de mis ojos para empezar a leer.
Ravensfox es una de las ciudades más pequeñas y con mayor número de habitantes.-vale, hasta ahí todo es normal-.Aquí se puede disfrutar de la fauna y la vegetación que la rodea como una capa; el animal que era más característico, el lobo, por desgracia decidió emigrar al sur en donde hace más calor.
Esta ciudad es muy turística, sobre todo por los patrimonios que tiene, en esta ciudad se dice que está el área en donde quemaban antiguamente a las brujas, colocado en la periferia, ahora se cree que esa zona está maldita.
Brujas, antiguamente se acusaban a muchas mujeres de ello y por eso las quemaban o las tiraban por algún acantilado. En el segundo caso creían que si eran brujas sobrevivirían, sino era una falsa acusación y entonces la mujer moría, en el primer caso las ataban para que no pudiesen escaparse y entonces morían quemadas.
Alguien me coge el libro de las manos dejándome con la lectura a medio camino, la sonrisa fanfarrona de Eric está el otro lado.
-¿Qué haces Cali? Creí que tendrías mejores fotos que enseñarme.
-Eric no estoy de humor para tus…estupideces. Ahora déjame sola.
Eric niega con la cabeza y lee el título del libro.
-¿Historia de Ravensfox?
-¡Huy, pero si sabes leer! Ahora enséñame como caminas. Fuera de aquí.
Eric da un golpe en la mesa con el libro haciéndome pegar un salto y se pone de pie, echándose un poco hacia delante para ponerme más a mi altura. En estos momentos intimida, pero no es nada que yo no pueda controlar.
Empiezo a cabrearme y mis manos empiezan a arder. No, pienso, aquí no por favor.
-No estoy de juegos Calina.-me contesta Eric con un tono sombrío e intimidante-.Quiero que me hagas un favor ahora mismo: aléjate de nuestras vidas ahora mismo.
-Ahora mismo eres tú el que tiene que alejarse de mí Eric.
Eric sonríe pesadamente.
-No estoy bromeando, no quiero que hagas daño a nadie, sobre todo a Sam.
-¿De qué estás hablando? Me estás asustando.
Eric me tira el libro al regazo y olvido la sensación de dolor que me produce y el ardor de mis manos cuando lo veo marchar. Creo que me estoy quedando sin aire,. ¿A qué se refería con todo eso? No voy a hacer daño a nadie, o eso creo. ¿Lo sabe? No, Eric es el tipo de idiota que solo se da cuenta de su reflejo en el espejo. Pero me ha dado miedo.
-¿De qué iba todo eso?-Connor se sienta a mi lado, de él si me imagino que estudie antes de la hora del examen-.Cali ¿estás bien?
Asiento pesadamente con la cabeza, ahora me siento muy cansada, como si alguien me estuviese empujando hacia abajo. Sí, espero que la tierra me trague en estos momentos, me estoy portando como una imbécil, si Eric sabe algo de lo que me está pasando es porque él tiene algo que ver ¿es bueno o es malo? Es algo que no he conseguido averiguar.
-Bueno, ¿qué harás este jueves? Vamos a ir a celebrar el fin de las clases a un bar de carretera ¿te apetece venir?
Entonces miro a Connor a los ojos. No puedo quedar este jueves más que nada porque es mi cumpleaños, sí, hago los años en el solsticio de invierno. No quiero que él lo sepa.
-¿Este jueves? Eh, no. No puedo.
-¿Por qué no?
-Pues porque no ¿vale?-le contesto tajante y el momento me arrepiento de haberlo hecho.-Connor yo…lo siento pero no puedo porque Chris hace los años y tenemos que celebrarlo.
Connor asiente y mira el libro que tengo sobre el regazo, lo señala con la cabeza y me dice:
-¿Qué haces estudiando de Ravensfox?
-Solo quería saber en dónde me he metido.-comento sonriendo-. ¿Qué me dices de esta ciudad?
Connor se encoge de hombros.
-Pues es muy normalita la verdad…. Salvo por esos ataques de animales que tuvimos por un tiempo, aparecieron muchos campistas muertos. Nadie pudo encontrar al animal, crees que fueron un lobo.
-¿Un lobo? pero si emigraron al sur.-le digo, recordando lo que he leído hace un momento.
-Sí, pero no todos son iguales ¿verdad?-comenta una voz, es Luke. Se sienta a mi lado y me quita el libro del regazo. Después de unos segundos se sientan también Aubery y Nate. Genial, pienso, ahora estamos todos en paz y compañía.
-Pero todos van en manada, los lobos buscan una manada porque no pueden vivir solos.-recuerdo-.Si hay o había uno, quiere decir que hay más con él.
-¿Podemos dejar de hablar de lobos?-Aubery apoya los codos en la mesa-.Cali, ¿quieres venirte con nosotros el jueves a un bar de carretera?
-No puedo, es el cumpleaños de Elena.
Connor levanta la cabeza de su libro y me mira sorprendido.
-¿No era el cumpleaños de tu tío? Oye, ¿por qué no lo llamas tío?
Ignoro su último comentario y empiezo a jugar con un hilo suelto de mi camiseta, pensando en lo que le voy a decir.
-Pues entonces perfecto: te vienes.-Aubery sonríe.
Niego con la cabeza.
-No puedo, es que de verdad que tengo un cumpleaños…
-¿De quién ahora, de tu perro?-Nate parece divertido con esta conversación. Parece ser el único.
-¿Es que no os dais cuenta lo pedante que podéis llegar a ser?-pregunta Luke que hasta ahora había estado leyendo el libro que me ha quitado. De su boca asoma una sonrisa y después me señala con el dedo-.Es su cumpleaños y no quiere celebrarlo con vosotros.
Me humedezco los labios.
-Tampoco contigo.
Luke se ríe a carcajadas y la bibliotecaria, la bibliotecaria le indica que se calle con un sonido pedante.
-Tranquila, mi pequeño corazoncito se curará de ello.
Empiezo a ponerme cada vez más nerviosa y entonces me fijo en algo que antes no había visto, no sé si por la luz de la ventana que tengo delante o es que solamente no quería darme cuenta. Es el aura que se ha formado alrededor de Aubery, de un color violeta con matices en negro; el de Connor en de color verde. Los de Nate y Luke son de color naranja, el del último es más oscuro que el del primero además de ser mucho más grande. Entonces vuelvo a pensar en las fotografías del otro día, en las que los ojos de Luke y Nate son como los de un gato y brillan como dos puntos luminosos… Vale, si antes estaba nerviosa, ahora mucho más.
Me pongo de pie, mareada y con ganas de desmayarme, necesito irme de aquí ahora mismo.
-Cali ¿estás bien?-Luke extiende sus manos pero en vez de vérsela ahí normal y corriente, son unas manos con unas garras; como las de un lobo.
Me aparto corriendo y cojo mi mochila para salir corriendo de aquí, dejando todo detrás de mí. Los demás deberán pensar que estoy loca o chiflada, y tienen razón. Ahora veo alucinaciones. Cuando salgo fuera noto el frío del pasillo. Entonces la veo: la sombra en las escaleras con dos ojos azules. Es de ella de la que sale el frío, y me indica que la siga.

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