domingo, 6 de abril de 2014

Capítulo 15

Cuando entro en el baño en busca de las sombras no hay nadie. Las puertas de los servicios están cerradas y las abro de un empujón. Una a una mientras mi ritmo cardíaco va en aumento. No hay nadie aquí. Me apoyo en los lavabos y me miro de arriba abajo. El maquillaje no se me ha corrido pero se nota lo agotada que estoy porque hilos de sudor me caen hasta por la espalda, ahora estoy fría.
Poco a poco a mi alrededor se va formando una especie de niebla fría que hace que suelte humo cuando respiro. Eso significa que ya están aquí. Ahora me resulta de estúpido haber entrado sola en los servicios. Escucho un cilck y entonces el cerrojo de la puerta principal se cierra dejándome a mí encerrada de nuevo. Esto me está pareciendo un deja vu. Cuando vuelvo a alzar la cabeza tengo detrás a tres sombras completamente nítidas y del color más negro que he visto en toda mi vida. Cuando se quitan las capuchas no hay nada bajo sus cabezas, solo tres pozos negros pero cada una tiene algo distinto, una tiene los ojos azules; otra los ojos verdes y la última los ojos grises.
Trago saliva pesadamente mientras me doy la vuelta para mirarlas directamente. Ahora la voz se me ha quedado atascada en la garganta. Estoy literalmente cagada de miedo.
-¿Qui-quiénes sois y qué queréis?
Ellas no contestas sino que empiezan a acercarse lentamente con la de los ojos azules por cabeza. Vuelve a extender su mano para tocarme pero me aparto corriendo, esta vez no veo la necesidad de que me toque, no si quiero salir viva de esta. Su voz se ve apagada por el ruido de los lavabos encenderse de golpe.
Pego un brinco y suelto un grito cuando, además, también se abren la puerta de los servicios y de ellos sale un montón de agua también. La de ojos azules se acerca a mí casi corriendo, o levitando, no soy muy buena en esto de las sombras y me hace empotrarme contra la pared. Su mano me agarra el brazo muy fuerte.
-¡Suéltame!-le grito y empiezo a dar patadas cuando hace que me levante aún pegada en la pared.
-Suéltala Aqua.-habla una de las dos sombras de detrás-.Sin ellas no seremos capaces de volver, no hace falta que la mates.
Pasa una ráfaga de furia por la sombra de ojos azules y me tira al otro lado del servicio. Me chocó contra la pared y noto cómo la frente se me va hinchando.
-¿Crees que no lo sé Terra? No me digas lo que tengo que hacer.
Las sombras vuelven a colocarse como antes y se acercan a mí. Intento ponerme en pie pero el golpe me tiene algo aturdida y cuando abro los ojos por completo puedo ver que el agua del suelo a mi alrededor se está tiñendo de rojo.
-¿Por qué tienes que ser tan estúpida Ignis? Ni siquiera sabes lo que estás haciendo ¿verdad? No. Te has metido en un cuerpo puro y de carácter fuerte, pero todavía está demasiado asustada como para saber a qué se está enfrentando…
-¡Cállate Aer! No tenemos tiempo de juegos.-le responde tajante una.
Espera. ¿Me han llamado Ignis? Ellas se han llamado entre ellas Terra, Aqua y Aer. No es que se me den muy bien los idiomas pero algo sé de ellos. Están hablando en latín, Ignis: fuego; Aqua: agua; Terra: tierra y Aer: aire. Están hablando sobre los elementos.
Me pongo en pie y si no llega a ser por el lavabo me vuelvo redonda al suelo. Me miro en el espejo por un segundo para verme el cardenal que se me ha formado y suelto un suspiro. Me encaro contra las sombras. Yo tampoco estoy para juegos y menos con ellas. Ya sé todo lo que quiero saber, ellas no pretenden ayudarme y ojalá lo hubiese sabido antes de decidir perseguirlas.
-¿Soy un elemento de la naturaleza?-pregunto con un tono burlón. Las sombras se paran en seco.
-Pero cuán estúpida puedes llegar a ser niña.-me dice una de ellas-. ¿Elemento de la naturaleza? Ese es tu poder, tú eres otra cosas.
Trago saliva.
-¿Qué otra cosa?
Escucho el ruido de una risa muy aterradora y me entran ganas de taparme los oídos.
-Te responderemos a todo querida, pero antes de ellos deberás hacernos un favor. Todo poder lleva su responsabilidad.
Niego con la cabeza.
-¿Qué habéis hecho vosotras por mí? Nada más que darme dolores de cabeza, literalmente. No pienso haceros ningún favor, sobre todo si pretendéis matarme.
-¿Matarte a ti? Ni pensarlo. Eres nuestra única esperanza de volver a vivir querida, ¿no quieres saber toda la verdad? Pues ayúdanos entonces.
Me siento cada vez más rara. El golpe en la cabeza está haciendo que pierda la visión, cada vez veo más borroso todo, incluso a las sombras, que están adoptando un color grisáceo.
Me apoyo en la pared y vuelvo a negar con la cabeza.
-Ni soñarlo. Prefiero vivir sin saber qué soy a ayudaros.
-¿Y para eso vas a matar a gente inocente? Sí Calina Berry, tú poder crecerá. No sabrás controlarlo y tus seres queridos sufrirán. ¿Quieres arriesgarte?
-Por otro lado nosotras también haremos algo si no nos ayudas.-otra de las sombras habla-.No tendrás a nadie más si no haces lo que te pedimos, ¿Estás dispuesta a asumir ese riesgo?
No contesto, sino que empiezo a caerme al suelo. El suelo cada vez está más encharcado y cuando me caigo sentada el agua me llega por la barbilla. Noto que no voy a ser capaz de levantarme y si ellas no quieren que salga no lo haré.
-Piénsatelo, tienes hasta la primera luna llena del mes que viene. Mucha suerte querida.
Las sombras se difuminan y yo empiezo a sentirme más y más agotada. El agua ha desaparecido pero yo estoy mojada y el rastro de mi maquillaje ha desaparecido. No soy capaz de ponerme en pie no sé si es por el golpe o por la confusión que tengo, pero sí soy capaz de darme cuenta de que alguien está intentando entrar y seguramente sea una chica que necesita urgentemente hacer uso del servicio.
Acabo por tirarme completamente al suelo contenta por su frialdad. La puerta se abre con un gran estruendo y la puerta se cae al suelo. La persona es alta y fuerte para hacer eso. Mi visión está borrosa pero puedo escuchar perfectamente cuando me coge en brazos poniéndome una mano debajo de las rodillas y otra en la espalda para cargarme.
-¡Dios mío! ¿Está bien?-pregunta una voz femenina que no es la persona que me carga. Esa es Aubery.
-¿Qué crees? No lo está. Tenemos que salir corriendo de aquí, ¿has cogido sus cosas Connor?
-Sí, hasta las llaves. ¿Cómo la sacamos de aquí?
Se hace un silencio y cada vez me siento más y más cansada. Intento decir algo pero nadie me escucha porque solo suelto jadeos y gemidos. Tendrán que pensar que estoy empeorando.
-Es mi culpa, no debería haberla traído aquí.-dice Aubery-.No sé por qué se me ocurrió la idea…
-Creo que deberíamos lamentarnos después de todo esto ¿no crees?-le corta Luke, que está cada vez más cabreado-.Nate, necesito que me cubras, estos malditos vampiros no van a dejar que nos vayamos así por así.
-Espera, ¿vampiros?-exclama Connor, que está tan pasmado como yo-. ¿Nos has traído a un local de vampiros?
Aubery suelta un gemido.
-Ya dije que había venido antes, no te pongas así. Pensé que sería divertido. Además, no hay solo vampiros, también hay brujos.
-Y hombres lobo.-dice Nate-.Solamente nosotros dos, no es que nos hayan mirado con buena cara pero…
-No nos van a hacer nada así por así Nate.-Luke carraspea-.Debemos llevarla hasta Caden, él sabrá qué hacer.
-¿Caden tú hermano?-inquiere Connor con una mezcla de horros-.Luke ¿has pensado en qué nos haría cuando se entere que la hemos llevado a un locas repleto de vampiros y brujos? Nos cortará la cabeza. A ti el primero.
Luke vuelve a carraspear dando un salto para sujetarme mejor. Eso hace que sienta un dolor en la cabeza aún mayor.
-Aubery ¿no puedes hacer algo para ayudarla? Ya sabes, tú poder y todo eso…
-No puedo, no cuando estoy en situaciones de mucho estrés y créeme, ahora estoy que me subo por las paredes.
-¡Ya basta!-grita Nate-.Vámonos de este local antes de que se den cuando de que uno de sus baños está estropeado y decidan culparnos a nosotros.
-Es que somos culpable Nate.-le dice Connor-.No quiero ni pensar en qué me harán. Quiero vivir para la graduación ¿sabes?
Empiezan a andar y la música vuelve a retumbarme en mi cabeza. Solo veo negro entre mares de colores brillantes. Nos paramos de golpe.
-Es mejor no bajar por el ascensor, las escaleras de servicio están en aquella ventana y dan directamente al aparcamiento.-sugiere Aubery.
-Espera, ¿hay una ventana?-Connor parece aún más confuso.
Volvemos a andar en otra dirección y después de lo que me parecen minutos se escucha un crujido y noto el frío invierno de la noche de la calle. Es como una bendición para mí porque notaba que me asaba ahí dentro. Escucho unos pasos bajar unas escaleras.
-¡Ey! ¿Qué narices están haciendo? ¡Señor Tyler venga corriendo, unos se están escapando del local!-exclama una voz.
-Daos prisa.-exclama Nate.
Luke empieza a correr muy deprisa, mucho más deprisa que las personas normales. No puedo hablar ni gritar ni nada, pero cada vez estoy sintiendo como voy dejando de sentir el viento en la cara y las manos de Luke sobre mí. Escucho las puertas del coche abrirse y Luke se entra dentro conmigo aún en brazos.
Dentro puedo abrir los ojos aunque sea un poco y puedo ver los ojos azules de Luke observándome con preocupación.
-Vas a salir de esta Cali, solamente se fuerte.
Después de eso vuelvo a cerrar los ojos más por cansancio que por otra cosa. El coche se pone en marcha, eso sí que soy capaz de sentirlo, pero después de eso mis sentidos se apagan como la llama de una vela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario