-¿Cómo?-pregunto otra vez después de varios minutos de
silencio. Todos están callados y parece que no quieren salir de su voto de
silencio sepulcral.
Miro a cada uno, pasando por la cara de atónito de
Connor por los ojos llorosos de Aubery. Es ella la que se acerca a mí y me pone
su mano en la mía de manera fraternal. Intenta sonreír, pero le sale el tiro
por la culata.
-Sé que suena extraño, pero es cierto. No pienses en
esto como algo malo, hay muchas personas que tienen secretos. Nosotros es que
somos unos adolescentes más extraños de lo habitual, pero…
-Pero nada.-exclamo poniéndome en pie-.Esto no es
verdad. Me estáis tomando el pelo. ¿Más extraño de lo habitual? Eso sería si
haces más trabajos de lo habitual, si te quedas hasta tarde en clase por gusto…
¡Pero esto no es así! Nada de esto es lógico ¿de acuerdo? No sé qué os metéis
en el cuerpo pero creo que deberíais dejar de comprárselo a esa persona.
Connor suelta un bufido.
-¿Estás insinuando que somos drogadictas?
-Esto no es así Cali, tienes que calmarte.-Nate extiende
sus manos delante de él para hacer compañía a sus palabras.
-Nos ha llamado drogadictas.
-¿Calmarme? No pretendas decirme eso después de
soltarme una bomba descomunal que no es explicable, por cierto.
-¿Qué no es qué?-repite Luke. Se ha sentado en el sillón
de al lado y ha arqueado una ceja-.Claro que lo es chispitas, sino ¿cómo me
quieres explicar tú los accidentes que tienes en las manos, eh? No me creo que
seas pirómana.
Se me seca la garganta cuando me recuerda lo de mis
manos. Instantáneamente las miro y las extiendo delante de mí. Sobre ellas está
el maquillaje de la otra noche levemente visible, pero se notan porque mis
manos son tan pálidas que casi puedes ver todas las venas, de un color azulado
pálido, correr por ellas.
-Por no mencionar lo que te ocurrió anoche.-insiste
Luke-.Después no digas que lo que nosotros nos metemos es malo.
-Quiero irme a casa, ahora.
-Tus ideas no están claras, es mejor que te
sientes.-Aubery me hace un gesto para que vuelva a mi asiento y, como no lo
hago, me empuja con fuerza bruta-.Será mejor que te curemos eso de la frente,
antes no he querido hacerlo no vaya a ser que alterara tus sueño pero ahora…
Me pone una mano en la frente y cuando ella cierra los
ojos empiezo a sentir hormiguitas corriéndome ahí donde antes no paraba de
palpitar un dolor infernal. Quiero decirle que quite su mano, pero es una
sensación agradable, muy agradable. Al final, cuando quita sus manos quiero
decirle que lo vuelva a hacer, pero en realidad no sé qué es lo que ha hecho.
Me toco la frente y aprieto con todas mis fuerzas pero nada pasa: la herida ha
desaparecido por arte de magia.
-¿Qué has hecho?
Aubery sonríe.
-Soy una bruja. Mi poder entre otros es el de la
curación, por eso creíste que no me había herido.-me enseña su mano, la que le
corté-.Me curé, como te acabo de hacer ahora mismo.
Vale. Ahora tengo ganas de desmayarme de nuevo. Si
tuviera algo en el estómago, lo echaría sin dudarlo. No quiero creer sus
historias sobre brujos, hombres lobo ni vampiros, pero es que no hay otra cosa para
explicarlo todo.
Respiro hondo.
-De acuerdo. Voy a concederos la palabra solo por un
instante, dado el caso de que no tengo nada que razone nada de esto. Después
correré a la policía más cercana y les diré que sois todos ¡una panda de
chiflados!
-Ahora chiflados… es mejor que te desahogues de otra
forma Cali.-me contesta Connor, pero su tono es de ironía.
-Bien.-Caden vuelve a ignorar a Connor-.Nate, Luke y
yo somos hombres lobo. Es una historia muy larga el cómo nos transformamos unos
y otros pero es así y tendrás que llevarlo. Aubery es una bruja, ellas nacen
así, con un don que los humanos no pueden tener ni entender y también hay
vampiros y son casi como los describen en las películas y series, salvo que no
brillan.
-¿Eso es todo?-pregunto. Todo el mundo asiente-.De
acuerdo. Antes habéis dicho que yo soy una bruja pero eso no puede ser, porque
si no sabría.
-Y lo sabes.-Luke señala mis manos-.Tú poder es el
fuego, cosa que te hace más poderosa que a ninguna otra bruja.
Fuego. Por eso las sombras me llamaron Ignis, porque
yo soy el fuego de su mundo de locos.
-Pero eso no puede ser.-murmuro-. ¿Por qué entonces
las otras son sombras?
-¿Sombras? Querrás referirte a los espíritus.-Aubery
me sonríe-.Esperamos que no, porque eso significaría que eres mala. Dentro de
ti está el espíritu del fuego, uno de los elementos de la tierra. Tú poder
además de ese, es estabilizar la tierra para que no ocurras catástrofes.
Pongo los ojos en blanco.
-Los espíritus era tierra, agua y aire.-digo-.Pero
ellas son espíritus y no humanas como yo.
-Es porque ellas están muertas y tú no. Tú espíritu
consiguió salvarse de la quema de las brujas de ese siglo, por suerte. Si no,
el mundo ahora estaría más muerto que otra cosa. Como siempre los espíritus de
la naturaleza pasan de un cuerpo de brujo a otro, hacen así que el mundo se
estabilice, pero si eres quemada nada puedes hacer por intentar revivir, porque
ya no habrá nada que te pueda hacer volver…
-Pero ellas están aquí.-dice Nate, como si él
escuchase la historia por primera vez.
-Y no sabemos cómo.-coincide Aubery, que sigue sin
quitarme ojo de encima-Vamos a descubrir cómo lo han hecho y también cómo hacer
que se marchen de nuevo, si vuelven el mundo sí que se verá extinguido.
Miro mis manos, como si ellas tuvieran las respuestas
a todo.
-Pero ellas son buenas ¿verdad?
-¿TE lo parecieron cunado te estamparon contra la
pared Cali?-me pregunta Connor-.Por lo general alguien bueno te invita a tomar
galletas en tu casa, pero allá ellos…
Por duro que parezca Connor tiene razón, las sombras
(o espíritus) no parecen nada amables conmigo.
-Ellas dijeron algo de que me necesitaban, por eso no
quisieron matarme.
Aubery y todos los demás parecen escuchar eso por
primera vez.
-Eso parece bueno.-me dice Caden-.Porque así sabemos
que no pueden volver sin ti.
Niego con la cabeza.
-Ellas me dieron un límite, si no les ayudo matarán a
todos. O yo lo haré antes, porque el poder irá creciendo.
-No dejaremos que eso pase.-me asegura Aubery
apoyándome.
No estoy tan segura, quiero decir, pero en estos
momentos parece bueno tener un poco de fe.
Suelto un suspiro y después caigo en la cuenta.
-Espera, ¿vosotros sabíais todo este tiempo que me
perseguían unas sombras y no habéis hecho nada por ayudarme? ¿Así pretendéis
ayudarme?
-No sabíamos que las sombras habían vuelto hasta que
tú viniste y pensamos que era improbable que fueran a por ti tan pronto sin
saber por qué estabas aquí.-Luke cambia su postura y ahora está apoyado en sus
rodillas como si pensase que yo voy a salir corriendo de nuevo.
No pienso salir corriendo, no tengo fuerza en mis
piernas en estos momentos. Me acabo de enterar que soy una bruja y que todo el
mundo que me rodea parece ser más deprimente de lo que ya me parecía antes.
-Pensé que estaba loca.-les digo-.Ahora me entero de
esto y me sorprende pensar que prefiero estar loca.
Nate se acerca a nosotros y se pone justo detrás de su
novia.
-Cuando me transformaron en lobo yo también pensé que
el mundo estaba acabado, pero ahora sé que no.
-Tú tienes que lidiar con que en luna llena te salga
cola.-le encaro cabreada-.A mí me persiguen unas sombras que no pueden matarme
pero que me quieren muerta.
Connor cierra los ojos como si la pulla hubiese sido
para él.
-Auch, un duro golpe colega.
Me siento cansada en estos momentos. El mundo se me
cae a los pies y solo quiero entrar en un cuarto oscuro y llorar hasta sentirme
seca. No tengo hambre y mucho menos ganas de estar con gente que resulta que me
conocen mejor que yo misma.
Me suena el teléfono móvil y miro a todos los lados
para buscarlo porque no lo tengo encima. Hay una mesita con una lámpara a mi
izquierda, entre Luke y yo. Ahí además está también mi móvil.
-¿Diga?-pregunto frotándome la frente por si ha vuelto
a aparecer la herida y estoy en un sueño.
-¿Cali? Gracias al cielo. Soy Chris, ¿dónde tienes el
móvil? Te he llamado como veinte veces.
Me pongo tensa. Tampoco quiero hablar con él en estos
momentos.
-Eh sí, es que estaba dormida.-y soñando una
pesadilla.
-Sé que estás con ellos, tú amiga me lo dijo. Espero
que estés bien.
-Sí.-contesto-.Estoy bien.
Se escucha como Chris suspira en la otra línea.
-Bien, me alegro. Pero yo no lo
estoy.
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