sábado, 12 de abril de 2014

Capítulo 17

-¿Cómo?-pregunto otra vez después de varios minutos de silencio. Todos están callados y parece que no quieren salir de su voto de silencio sepulcral.
Miro a cada uno, pasando por la cara de atónito de Connor por los ojos llorosos de Aubery. Es ella la que se acerca a mí y me pone su mano en la mía de manera fraternal. Intenta sonreír, pero le sale el tiro por la culata.
-Sé que suena extraño, pero es cierto. No pienses en esto como algo malo, hay muchas personas que tienen secretos. Nosotros es que somos unos adolescentes más extraños de lo habitual, pero…
-Pero nada.-exclamo poniéndome en pie-.Esto no es verdad. Me estáis tomando el pelo. ¿Más extraño de lo habitual? Eso sería si haces más trabajos de lo habitual, si te quedas hasta tarde en clase por gusto… ¡Pero esto no es así! Nada de esto es lógico ¿de acuerdo? No sé qué os metéis en el cuerpo pero creo que deberíais dejar de comprárselo a esa persona.
Connor suelta un bufido.
-¿Estás insinuando que somos drogadictas?
-Esto no es así Cali, tienes que calmarte.-Nate extiende sus manos delante de él para hacer compañía a sus palabras.
-Nos ha llamado drogadictas.
-¿Calmarme? No pretendas decirme eso después de soltarme una bomba descomunal que no es explicable, por cierto.
-¿Qué no es qué?-repite Luke. Se ha sentado en el sillón de al lado y ha arqueado una ceja-.Claro que lo es chispitas, sino ¿cómo me quieres explicar tú los accidentes que tienes en las manos, eh? No me creo que seas pirómana.
Se me seca la garganta cuando me recuerda lo de mis manos. Instantáneamente las miro y las extiendo delante de mí. Sobre ellas está el maquillaje de la otra noche levemente visible, pero se notan porque mis manos son tan pálidas que casi puedes ver todas las venas, de un color azulado pálido, correr por ellas.
-Por no mencionar lo que te ocurrió anoche.-insiste Luke-.Después no digas que lo que nosotros nos metemos es malo.
-Quiero irme a casa, ahora.
-Tus ideas no están claras, es mejor que te sientes.-Aubery me hace un gesto para que vuelva a mi asiento y, como no lo hago, me empuja con fuerza bruta-.Será mejor que te curemos eso de la frente, antes no he querido hacerlo no vaya a ser que alterara tus sueño pero ahora…
Me pone una mano en la frente y cuando ella cierra los ojos empiezo a sentir hormiguitas corriéndome ahí donde antes no paraba de palpitar un dolor infernal. Quiero decirle que quite su mano, pero es una sensación agradable, muy agradable. Al final, cuando quita sus manos quiero decirle que lo vuelva a hacer, pero en realidad no sé qué es lo que ha hecho. Me toco la frente y aprieto con todas mis fuerzas pero nada pasa: la herida ha desaparecido por arte de magia.
-¿Qué has hecho?
Aubery sonríe.
-Soy una bruja. Mi poder entre otros es el de la curación, por eso creíste que no me había herido.-me enseña su mano, la que le corté-.Me curé, como te acabo de hacer ahora mismo.
Vale. Ahora tengo ganas de desmayarme de nuevo. Si tuviera algo en el estómago, lo echaría sin dudarlo. No quiero creer sus historias sobre brujos, hombres lobo ni vampiros, pero es que no hay otra cosa para explicarlo todo.
Respiro hondo.
-De acuerdo. Voy a concederos la palabra solo por un instante, dado el caso de que no tengo nada que razone nada de esto. Después correré a la policía más cercana y les diré que sois todos ¡una panda de chiflados!
-Ahora chiflados… es mejor que te desahogues de otra forma Cali.-me contesta Connor, pero su tono es de ironía.
-Bien.-Caden vuelve a ignorar a Connor-.Nate, Luke y yo somos hombres lobo. Es una historia muy larga el cómo nos transformamos unos y otros pero es así y tendrás que llevarlo. Aubery es una bruja, ellas nacen así, con un don que los humanos no pueden tener ni entender y también hay vampiros y son casi como los describen en las películas y series, salvo que no brillan.
-¿Eso es todo?-pregunto. Todo el mundo asiente-.De acuerdo. Antes habéis dicho que yo soy una bruja pero eso no puede ser, porque si no sabría.
-Y lo sabes.-Luke señala mis manos-.Tú poder es el fuego, cosa que te hace más poderosa que a ninguna otra bruja.
Fuego. Por eso las sombras me llamaron Ignis, porque yo soy el fuego de su mundo de locos.
-Pero eso no puede ser.-murmuro-. ¿Por qué entonces las otras son sombras?
-¿Sombras? Querrás referirte a los espíritus.-Aubery me sonríe-.Esperamos que no, porque eso significaría que eres mala. Dentro de ti está el espíritu del fuego, uno de los elementos de la tierra. Tú poder además de ese, es estabilizar la tierra para que no ocurras catástrofes.
Pongo los ojos en blanco.
-Los espíritus era tierra, agua y aire.-digo-.Pero ellas son espíritus y no humanas como yo.
-Es porque ellas están muertas y tú no. Tú espíritu consiguió salvarse de la quema de las brujas de ese siglo, por suerte. Si no, el mundo ahora estaría más muerto que otra cosa. Como siempre los espíritus de la naturaleza pasan de un cuerpo de brujo a otro, hacen así que el mundo se estabilice, pero si eres quemada nada puedes hacer por intentar revivir, porque ya no habrá nada que te pueda hacer volver…
-Pero ellas están aquí.-dice Nate, como si él escuchase la historia por primera vez.
-Y no sabemos cómo.-coincide Aubery, que sigue sin quitarme ojo de encima-Vamos a descubrir cómo lo han hecho y también cómo hacer que se marchen de nuevo, si vuelven el mundo sí que se verá extinguido.
Miro mis manos, como si ellas tuvieran las respuestas a todo.
-Pero ellas son buenas ¿verdad?
-¿TE lo parecieron cunado te estamparon contra la pared Cali?-me pregunta Connor-.Por lo general alguien bueno te invita a tomar galletas en tu casa, pero allá ellos…
Por duro que parezca Connor tiene razón, las sombras (o espíritus) no parecen nada amables conmigo.
-Ellas dijeron algo de que me necesitaban, por eso no quisieron matarme.
Aubery y todos los demás parecen escuchar eso por primera vez.
-Eso parece bueno.-me dice Caden-.Porque así sabemos que no pueden volver sin ti.
Niego con la cabeza.
-Ellas me dieron un límite, si no les ayudo matarán a todos. O yo lo haré antes, porque el poder irá creciendo.
-No dejaremos que eso pase.-me asegura Aubery apoyándome.
No estoy tan segura, quiero decir, pero en estos momentos parece bueno tener un poco de fe.
Suelto un suspiro y después caigo en la cuenta.
-Espera, ¿vosotros sabíais todo este tiempo que me perseguían unas sombras y no habéis hecho nada por ayudarme? ¿Así pretendéis ayudarme?
-No sabíamos que las sombras habían vuelto hasta que tú viniste y pensamos que era improbable que fueran a por ti tan pronto sin saber por qué estabas aquí.-Luke cambia su postura y ahora está apoyado en sus rodillas como si pensase que yo voy a salir corriendo de nuevo.
No pienso salir corriendo, no tengo fuerza en mis piernas en estos momentos. Me acabo de enterar que soy una bruja y que todo el mundo que me rodea parece ser más deprimente de lo que ya me parecía antes.
-Pensé que estaba loca.-les digo-.Ahora me entero de esto y me sorprende pensar que prefiero estar loca.
Nate se acerca a nosotros y se pone justo detrás de su novia.
-Cuando me transformaron en lobo yo también pensé que el mundo estaba acabado, pero ahora sé que no.
-Tú tienes que lidiar con que en luna llena te salga cola.-le encaro cabreada-.A mí me persiguen unas sombras que no pueden matarme pero que me quieren muerta.
Connor cierra los ojos como si la pulla hubiese sido para él.
-Auch, un duro golpe colega.
Me siento cansada en estos momentos. El mundo se me cae a los pies y solo quiero entrar en un cuarto oscuro y llorar hasta sentirme seca. No tengo hambre y mucho menos ganas de estar con gente que resulta que me conocen mejor que yo misma.
Me suena el teléfono móvil y miro a todos los lados para buscarlo porque no lo tengo encima. Hay una mesita con una lámpara a mi izquierda, entre Luke y yo. Ahí además está también mi móvil.
-¿Diga?-pregunto frotándome la frente por si ha vuelto a aparecer la herida y estoy en un sueño.
-¿Cali? Gracias al cielo. Soy Chris, ¿dónde tienes el móvil? Te he llamado como veinte veces.
Me pongo tensa. Tampoco quiero hablar con él en estos momentos.
-Eh sí, es que estaba dormida.-y soñando una pesadilla.
-Sé que estás con ellos, tú amiga me lo dijo. Espero que estés bien.
-Sí.-contesto-.Estoy bien.
Se escucha como Chris suspira en la otra línea.
-Bien, me alegro. Pero yo no lo estoy.                

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