jueves, 24 de abril de 2014

Capítulo 21

-Sí, existe. Y sí, fue así como se llamó a los espíritus del mundo de los muertos.
Jessy se despereza como si la conversación le hubiese dado sueño. Aubery se vuelve a sentar con los ojos en blanco al igual que Luke. Yo, por otro lado ya me lo estaba imaginando.
-¿Puede haber otra forma de matarlas sin usar esos hechizos?-pregunta Luke.
Jessy le dedica una mirada de cansancio.
-Claro que no cariño. No puedes matar a alguien que ya está muerto ¿verdad?
-¿Estás insinuando que tienen que volver a la vida para luego poder matarlas?-inquiero.
Aubery se pasa las manos por el pelo.
-Claro, ¿cómo no se me había ocurrido antes?
Jessy aparta la mirada de su hermana y me mira a mí en su lugar.
-Eres lista, se te ocurrirá algo. Por otro lado ¿has controlado eso de la ira? Porque pareces muy crispada.
-Deberías saberlo ya. Tú lo sabes todo.-le espeto.
Jessy sonríe.
-Tú eres la única que no puedo ver.-me dice-.Tú eres fuerte, eres valiente y muchas cosas más… Tú mente es un libroAhora me siento estúpida por haber dejado que la impotencia me impidiese cortarle el paso a Elena. Ella debe de hallarse ya muy lejos de aquí como para preocuparse de que yo la haya descubierto, pero por lo menos lo he hecho y ahora vamos a ver cómo invertir el desastre. Necesitamos parar a las sombras antes de que dañen el mundo al que quiero (aunque solo sea un poco).
Cuando pienso en las sombras me acuerdo de que ellas dijeron que si las ayudaba, ellas me ofrecerían ayuda para controlar todo el tema del fuego, pero no estoy muy segura de ello. No creo que confiar en ellas sea muy buena idea.
Me hundo el asiento de mi coche mientras Luke conduce. Al final hemos ido nosotros tres: Luke, Aubery y yo. Caden no estaba de acuerdo pero según he entendido la hermana de Aubery no le cae muy bien él. Aunque se ha impuesto como alfa que es (el jefe de la manada, en este caso además de Luke y Nate, también de todos nosotros) hemos conseguido salir de allí ilesos de sus gritos que nos iban a romper los tímpanos.
-¿Estás bien?-Aubery pone una de sus manos sobre la mía-.Pareces cansada.
-Como todos vosotros.
Luke tuerce a la izquierda y me chocó contra el cristal. Lo fulmino con la mirada mientras él se ríe suavemente.
-Te debía un viaje en coche ¿te acuerdas?
Frunzo el ceño.
-Eso quedó saldado con el viaje que yo te proporcioné, idiota.-le miro de reojo y empiezo a reírme cuando él parece ofenderse por el insulto-.Así pues… quitando todo esto de las brujas y hombres lobo, hay también vampiro, ¿cómo os lleváis con ellos? En las pelis no muy bien, de eso seguro.
Aubery se echa atrás en el asiente y se cruza de piernas. Le he prestado ropa antes de salir: unos vaqueros y una sudadera gris con mis zapatillas de tela blancas. En ella queda todo un poco pesquero, pero eso es porque es muy alta.
-Dejemos a un lado las películas y céntrate en este mundo Cali.
Eso me ha ofendido un poco.
-No está tan mal como en las películas, no podemos matarnos porque si no los cazadores nos darían caza.-me responde Luke, mirando a la carretera-.Aun así seguimos con los piques, y si no pregúntaselo a Eric.
-¿Eric Hood?-pregunto.
Luke asiente.
-Es hermano del tío bueno que te atendió en el club la otra noche.-me responde Aubery, cogiéndose un mechón de cabello y mirándose la puntas. Entonces me acuerdo de Rich Clapton, porque es el único que conocí.
-Pero es imposible, no se parecían en nada además de no compartir el mismo apellido.
Luke suelta un bufido.
-El apellido de Eric era el de su madre de soltera, se lo apropió cuando murió. No se lleva muy bien con sus hermanos porque ellos se pasaron al bando de su padre. Una historia de cientos de años…
El alma se me cae a los pies. Entonces Eric sí que sabía de mí y me estaba intentando alejar de Sam para que no le hiciese daño, o eso pienso yo. Pues mejor, aunque me da pena que Sam no lo sepa.
Miro por la ventana en el resto del viaje que dura más o menos una hora entera. Cuando llegamos a un vecindario lleno de casas azules, nos paramos en la última de la derecha, la que tiene casi peor aspecto porque se nota que no ha tenido una pincelada desde hace años.
Salimos del coche, Aubery la última. Después nos acercamos despacio a la casa y antes de subir los escalones, una mano se cierra sobre mi muñeca. Por suerte esta vez no quemo, más que nada porque no estoy pensando en absolutamente en nada. Luke a mi lado me hace un gesto para que espere aquí. Mientras Aubery sube los peldaños, una sensación de vacío me inunda el cuerpo y entonces empiezo a ponerme nerviosa de nuevo. Luke aparta la mano ahogando un grito y veo que vuelve a tener una quemadura.
-Lo siento.-me humedezco los labios-.Esto se me está yendo de las manos, no puedo controlarlo.
Luke no sonríe, sino que asiente con la cabeza.
-Ahora estamos nosotros para ayudarte. ¿Cómo crees que no estoy andando a cuatro patas por ahí? Puedo controlarme.
Su declaración hace que me entren ganas de reírme, pero que me pasa cuando la puerta se abre y una muchacha más o menos de veinticinco años aparece detrás de ella. Es una mujer baja, más o menos como yo. Tiene el pelo rosa pálido y sus facciones son como las de una niña de once años. Seguramente ese sea mi aspecto cuando tenga su edad, piensa una parte de mi cerebro, si llego, piensa la otra.
La hermana de Aubery es muy parecida a ella; los mismos labios y la misma piel. ¿Lo único que las diferencia? Que los ojos de la hermana mayor son uno verde y otro azul, y que una pupila la tiene más ancha que la otra. La envidio, siempre me ha encantado la heterocromía.
-Hola Jessy.-la saluda Aubery-.Hemos venido a verte, pero eso creo que ya lo sabes.

No pensaba que la casa de una bruja podría estar tan desordenada, pero esta lo está: tiene cajas amontonadas alrededor de las ventanas y todo está lleno de polvo. Las paredes son de un rosa pastel y los muebles están agrietados por todos lados. El sofá en el que estoy sentada no es cómodo, cada vez me voy hundiendo más, además de tener ganas de vomitar por su estampado florido. No tiene ningún aparato electrónico, al menos en el salón, todo es como a la antigua. Montones de marcos de fotos colgados de cualquier manera sin ninguna fotografía adornan las paredes.
-No me ha dado tiempo a ordenarlo, cuando he visto que veníais ya ibais por la quinta calle.-Jessy deja una bandeja sobre la mesa llena de polvo y revistas, contiene unas tazas de té verdes que echan humo. Las tazas son de Hello Kitty.
Jessy se sienta en el suelo, mirándome con esos ojos suyos que parecen estar atentos a cualquier cosa. Una sonrisa se le forma en los labios y después me tiende una taza de té.
Aubery, en el sillón de mi derecha parece estar más incómoda que todos nosotros juntos. Cuando me dijeron que íbamos a venir, no me esperaba encontrarme con esto, sea lo que sea.
Luke está en el sillón de mi izquierda y él también está tan recto que parece que se fuera a partir si le doy un toque. Su mirada pasa por mí un instante antes de que Jessy comience a hablar.
-Así pues, ¿por qué creéis que yo sé si hay un libro de hechicería negra?-no ha hecho falta que se lo dijéramos todo, ella tiene el poder de la visión y parece darse cuenta hasta de qué tiempo va a hacer mañana.
Nadie habla y puesto que ha sido mi idea, decido hacerlo yo.
-Tú tienes el poder de la visión.
-Querrás decir la maldición.-sus ojos empiezan a llamear-.Tú debes saberlo más que nadie Calina, que esto es algo que te impide vivir, te consume. Algunos más que a otros.
Me quedo sin aliento. Sí, eso es lo que yo siento.
Aubery carraspea para llamar la atención de su hermana.
-No quiero que la asustes ¿vale?-coge una de las cuatro tazas y se echa una cucharada de azúcar-.Si no sabes nada es mejor que nos lo digas ya, tenemos poco tiempo.
El tono empleado por Aubery es frío a la vez que seco. A ella no le ha hecho mucha gracia que vengamos.
-¿Qué tal mamá y papá, siguen discutiendo como siempre?-Jessy no parece darse cuenta de la urgencia que corremos.
-Bien, aunque podrías pasarte de vez en cuando a saludar.
-¿Para qué? Ellos aún no se han disculpado por lo que me hicieron.
Aubery suelta una exclamación ahogada.
-¿Qué te hicieron? Naciste así ya está, yo podría haber tenido tu poder y lo hubiese asumido bien.
Jessy sonríe amargamente mientras se mira las uñas de las manos. Las tiene mordidas hasta la raíz y se las ha pintado con un esmalte azul plateado.
-Claro, tú solamente tienes que preocuparte de no curar demasiado a la gente o eso te dañaría. ¿Y yo qué? No sabes qué es ver a gente muriendo antes de que suceda o saber qué están pensado de ti.-Jessy mira a Luke con los ojos entrecerrados-.Luke, cariño, el té no está envenenado.
Luke pone los ojos como platos pero después ladea la cabeza para mirar a una caja llena de periódicos de hace mucho tiempo. Intento no expresar nada y pensar en blanco porque no quiero que Jessy se entere de que me está asustando.
 -Cali, hace tiempo que no pruebas bocado, ten come algo.-Jessy me tiende la taza de té y yo se la cojo enseguida. Bajo la cabeza para mirar el líquido que por un momento se vuelve negro por completo y dos ojos azules salen a la luz.
-Jessy, te agradeceríamos mucho que nos dijeras si sabes algo o no. No tenemos mucho tiempo…
Jessy le da un trago a su té y después me sonríe enseñando unos dientes un poco torcidos.
-Noctis, ¿sabes lo que significa?
-Noche.-le respondo. Sé un poco de latín gracias a que en mi antiguo instituto se enseñaba esa asignatura-. ¿Qué tiene que ver eso con todo esto?
-Mucho amiga mía, mucho. Desde hace siglos se ha creído que la noche era el tiempo de brujas porque es cuando no las veían volar con sus escobas, absurdo. Unas de las muchas brujas de por entonces crearon un libro de hechizos que se salían de las normas, eran hechizo prohibidos por así decirlo, en él se recogen más de mil hechizos relacionados con temas muy diversos…
Casi me hundo del todo al saber esa gran noticia.
-Ya, pero ¿en él se recoge el hechizo que estamos buscando?-es la primera vez desde que hemos entrado que Luke se digna a hablar. Es el único que no ha cogido una taza de la mesa y se ha echado hacia delante con sus codos sobre las rodillas para observar más detenidamente a nuestra anfitriona.
-Sí.-Jessy se echa hacia atrás y pone sus manos en el suelo-.Pero ¿de qué os sirve? Los espíritus ya están aquí.
-Ahí podría venir algo sobre cómo retrocederlos.-respondo.
Jessy hace un gesto negativo con la cabeza.
-Solo viene magia oscura, nada que vosotros podáis llegar a poseer nunca.-me mira a los ojos-. ¿Por qué crees que el espíritu del fuego se metió en ti Cali? Eres pura de corazón, jamás podrás llegar a manejar el poder de las sombras.
-Pues lo intentaré, solamente para que no hagan daño a nadie.
Jessy suelta una carcajada.
-¿A quién, a ti? Ya no tienes a nadie a quien puedan hacerle daño, solamente estás protegiendo a gente que nunca sabrán lo que has hecho.
Me quedo sin aliento. Esta muchacha me está poniendo de los nervios y no me importa que lo adivine.
-Bueno, ¡basta ya!-Aubery se levanta del sillón y tira la taza al suelo con el líquido verde incluido-.Ya sabemos que existe, no te importa para qué lo empleemos. ¿Dónde está?
-Quemado. Lo quemaron en una de las muchas quemas de brujas que hubo por aquella época.
El alma se me cae a los pies.
-Solo contesto a lo que me preguntáis y os he respondido.-Jessy sonríe.
Entonces se me ocurre otra cosa.
-¿Existe en el libro algún hechizo de sangre? Como llamar a los muertos por medio de un conjuro.
-¡Pero qué lista! Y eso que acabas de empezar, ni el sabueso podría habérselo imaginado.
Luke parece estar a punto de decir algo pero le echo una mirada para que se calle.
 cerrado, protegido por las llamas, por eso no quieres que nadie se te acerque. Usa eso como ventaja.
Sí, pienso, soy un libro cerrado que no deja que nadie se acerque más que nada porque los mato. Eso me había dado cuenta hasta yo misma, y eso que no soy vidente.

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